Guadalajara es la segunda ciudad del país, es un epicentro comercial y cultural de toda una región y hogar de algunos de los elementos más representativos de México en el mundo.
Con toda su riqueza histórica, resulta extraño que esta ciudad no haya tenido antes su propia marca. No han faltado los intentos de construirla en los años pasados, pero por diferentes razones no se concretaban.
El pasado 1er de agosto, gracias al esfuerzo y la colaboración entre el Ayuntamiento de Guadalajara, el gobierno del Estado de Jalisco, los gobiernos del Área Metropolitana y la coordinación del Instituto Metropolitano de Planeación – IMEPLAN -, por fin la ciudad puede celebrar su propia marca.
eu~zên consultores tuvo el honor de participar en su creación: fue una gran oportunidad y al mismo tiempo un gran reto.
Una Marca Ciudad es un elemento visual que se utiliza para identificar a una ciudad ante su país y el mundo y para ayudar a cohesionar y fortalecer la identidad del lugar. Las más reconocidas en el mundo tienen tres elementos en común: 1) utilizan el nombre del lugar 2) lo acompañan con íconos que evocan alguna característica de la ciudad o el país, para equilibrarlo con toda la propuesta gráfica 3) son marcas de la ciudad, no de gobierno.
Para la marca I amsterdam los diseñadores añadieron la primera persona del inglés y resaltaron en rojo las letras am aludiendo el espíritu incluyente y liberal de la ciudad; en Bogotá seleccionaron una tipografía fuerte, aumentaron el tamaño de la letra a para jugar con la idea de que es una ciudad de altura y añadieron el acento con una forma que imita el santuario de Monserrate, un referente arquitectónico de la ciudad; en la marca Perú el diseño de la letra P imita la cola del mono de las líneas de Nazca, en referencia al patrimonio ancestral del país; y en la marca España usaron una tipografía que buscaba evocar los trazos de Joan Miró y su paleta de colores.
Para crear la marca de Guadalajara, comenzamos con una ventaja: el nombre de la ciudad es reconocido en todo el mundo y vinculado a la cultura mexicana gracias a la canción de Pepe Guízar, patrimonio intangible de la ciudad.
Al escuchar la canción Guadalajara Guadalajara supimos que esa debía ser la marca. No teníamos alternativa ni posibilidad de recortar sus caracteres. Crear una marca con 22 letras es difícil. Pero también sabíamos que Guadalajara es una palabra que se canta, como lo han hecho Plácido Domingo, Elvis Presley, Nat King Cole, y tantas otras personas de México y el mundo en sus celebraciones y serenatas.
Para convertir esta idea en una propuesta de marca, el equipo de diseñadores enfrentó varios retos, entre ellos, crear una marca con 22 caracteres que es la repetición de la palabra Guadalajara y hacerla onomatopéyica: lograr que al tiempo que se lea se escuche la canción, que se cante.
La solución encontrada consistió en utilizar una fuente tipográfica condensada para que los 22 caracteres se percibieran como un ícono y hacer más fácil su lectura.
A la vez, se aplicó perspectiva para lograr la sensación de musicalidad, forzando a que la marca se lea cantando. La selección de la fuente se inspiró en los rótulos de las calles de la ciudad y en los carteles del Cine de Oro mexicano, elementos que suman a su autenticidad.
Otro de los retos consistió en hacer una marca flexible, no reducirla a lugares comunes o caer en clichés o en un slogan. Por eso se diseñó una marca sencilla, exclusivamente tipográfica, sin ningún ícono para no encasillar la marca en un símbolo o lugar de la ciudad en particular, logrando que ésta sea de fácil reproducción y bajo costo. Prueba de ello son las numerosas aplicaciones espontáneas de la marca en diferentes redes sociales.
El último reto consistió en seleccionar la paleta de colores, que se resolvió recurriendo a la musicalidad de la marca. El equipo creativo encontró un método de enseñanza musical para niños que incorpora elementos sinestésicos, al asociar el sonido de las notas musicales de la canción con los colores.
El resultado fue una marca que cumple con las características de las marcas ciudad y país más reconocidas en el mundo: memorables, atemporales, sencillas, tipográficas, y no ser slogans. No era necesario poner una botella de tequila, un maguey, un mariachi o la catedral, porque la canción Guadalajara Guadalajara remite a lo que la ciudad es.
Desde su lanzamiento la marca está siendo un fenómeno viral, porque ya vivía en el imaginario colectivo. En la ciudad los tapatíos y turistas de todo el mundo están buscando los totems para tomarse una foto. Y sobre todo los tapatíos y mexicanos llevamos la marca a otros lugares en el mundo a través de nuestras cadenas de conocidos. La marca llegó a países tan diferentes como Rusia, Perú, India o Alemania. Un poder de influencia que se explica con la teoría de los 6 grados de separación.
La fanpage de #GuadalajaraGuadalajara, a tres semanas de su presentación ha impactado a más de 19 millones de usuarios en 65 países, y el vídeoclip que acompañó el lanzamiento de la marca, donde músicos mexicanos interpretaron la famosa canción de Pepe Guizar en diferentes localidades de la ciudad, ha llegado a más de 8 millones de personas y ha sido reproducido más de 5 millones 400 mil veces.
Guadalajara necesitaba una marca, y estas cifras son muestra de ello.
El lanzamiento de #GuadalajaraGuadalajara generó en la ciudad un interesante debate sobre lo que es una marca ciudad, su necesidad y su utilidad. Se trata de una reacción natural y positiva, prueba de que los tapatíos se interesaron en ella y lo hicieron porque están pensando en su futuro.
En este mundo donde cada vez más cosas nos separan, generar una marca para Guadalajara es una manera para fortalecer nuestra identidad y sentirnos más unidos. Hoy los tapatíos podemos celebrar un nuevo símbolo que ayuda a posicionarnos a nivel internacional.